14 marzo 2007

¿Ventana o espejo?



Y qué hay de ti -me dice-.
De mí hace tiempo que no hay nada -le digo-.
No es cierto -me dice-.
Sí lo es -le digo-.
Y dónde te olvidaste? -me pregunta-.
En una ventana...o en un espejo; no lo recuerdo -le respondo-.
Y hasta cuándo? -me pregunta-.
Hasta olvidarte -le respondo-.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

He tardado un poco en completar este viaje, pero al final ha merecido la pena. He intentado centrarme en la forma, pues sería incorrecto por mi parte tratar de rebuscar en el fondo. Y he pasado de devorar párrafos a saborear las líneas poco a poco.
No pretendo ni pretenderé empacharte con comentarios en cada entrada, pues no creo que sea bueno poner la guinda a cada nuevo pastel que ofreces. Pero créeme: me he comprado una tumbona y espero tomar periódicamente el sol en tu terraza, y me tomaré la libertad de entrar en tu jardín sin llamar antes antes a la puerta. Espero que no te importe...

Aloia dijo...

Importarme?Nunca. Aquí no hay puertas, ni de las que se abren ni de las que se cierran...y tu tumbona será la mejor de las excusas para poner la mía al lado y compartir un rato; y que me cuentes, siempre que quieras y lo que quieras.
Gracias por completar el viaje; para mí significa mucho.

Anónimo dijo...

Me gusta tu blog